Recompensas inmediatas al dejar de fumar
Dejar de fumar ofrece algunos beneficios que usted notará inmediatamente y algunos que se desarrollarán con el paso del tiempo. Estas recompensas mejoran bastante las vidas diarias de la mayoría de las personas:
· Dientes más blancos.
· El olor desagradable en la ropa y el cabello desaparece.
· El color amarillento de los dedos y las uñas desaparece.
· Puede saborear mejor los alimentos.
· Su sentido del olfato se normaliza.
· Las actividades que usualmente realiza (por ejemplo, subir escaleras, quehacer doméstico, etc.) no le dejarán sin aire.
Ahorro Económico
La posibilidad de tener una mejor salud es una razón valiosa para dejar de fumar, pero también existen otras razones.
Fumar es un hábito costoso. No es difícil descubrir cuánto dinero usted gasta en fumar:
Multiplique la cantidad de dinero que usted gasta cada día en tabaco por 365 (días del año). La cantidad pudiera sorprenderle. Ahora multiplique eso por el número de años que usted ha estado usando tabaco y esa cantidad probablemente le dejará atónito.
Multiplique el coste anual por 10 (los próximos 10 años) y pregúntese así mismo qué otra cosa usted podría hacer con esa cantidad de dinero.
Y esto no incluye otros posibles gastos, como el coste más alto de los seguros de vida y salud, así como los costes médicos potenciales debido a problemas relacionados con el tabaco.
Aceptación social
Actualmente, fumar es socialmente menos aceptable que nunca.
Hoy día, casi todos los lugares de trabajo tienen algún tipo de reglas, y algunos empleadores o compañías incluso prefieren contratar a personas que no fumen. Algunos estudios han demostrado que a las compañías les cuesta más emplear fumadores porque se ausentan más por enfermedad. Los empleados que se enferman más frecuentemente que los demás aumentan la necesidad del empleador de conseguir trabajadores a corto plazo que le sustituyan, lo que resulta costoso. Estos empleados ocasionan que aumenten los costos de los seguros tanto para otros empleados como para el empleador, quien a menudo paga parte de las primas de los seguros de los empleados. Además, los fumadores también pueden aumentar los costes de mantenimiento asociados con preservar los olores, pues los residuos del humo del cigarrillo se pegan a las alfombras, cortinas y a otras telas.
En algunos países los arrendadores pueden optar por no alquilarles viviendas a los fumadores, puesto que los costes de mantenimiento y de los seguros pueden aumentar cuando los fumadores viven en los edificios.
Sus amigos pueden pedirle que no fume en sus casas o automóviles. En la mayoría de los edificios públicos, en los conciertos, e incluso en los eventos deportivos, no se permite fumar. Actualmente, siguen en aumento las comunidades que restringen fumar en lugares públicos, incluyendo restaurantes y bares. Ya sea que nos resulte conveniente o inconveniente, encontrar un lugar para fumar puede ser muy complicado.
Los fumadores también pueden encontrarse con que sus posibilidades de salir o involucrarse románticamente con otra persona, incluyendo el matrimonio, se limitan en gran medida a otros fumadores. Actualmente, los fumadores de cigarrillos representan alrededor de 29% de la población adulta
La salud de los demás
Fumar no sólo le hace daño a su salud, sino también afecta la salud de las personas que están a su alrededor. La exposición al humo de segunda mano (también conocido como humo de tabaco ambiental o inhalación pasiva) incluye el humo que se exhala, así como el que generan los cigarrillos cuando se están quemando.
Los estudios han demostrado que el humo de segunda mano causa miles de muertes cada año debido a cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas en las personas saludables que no fuman. Si una madre fuma, existe un mayor riesgo de que su bebé padezca asma durante la niñez, especialmente si ella fumó mientras estaba embarazada. Las mujeres que fuman durante el embarazo tienen más probabilidad de tener bebés con bajo peso.
Los bebés y los niños criados en un hogar donde se fuma padecen más infecciones del oído, resfriados, bronquitis y problemas respiratorios, en comparación con los niños de familias en las que no hay fumadores. Además, el humo de segunda mano está asociado con el síndrome de muerte infantil súbita (SIDS, por sus siglas en inglés) y desacelera el crecimiento de los pulmones de sus hijos. El humo de segunda mano puede causar también irritación en los ojos, dolores de cabeza, náuseas y mareos.
Dar el ejemplo
Si tiene hijos, usted probablemente querrá darles un buen ejemplo. Cuando se les pregunta, casi todos los fumadores expresan que no quieren que sus hijos fumen. Sin embargo, los niños cuyos padres fuman tienen más probabilidades de comenzar a fumar.
Si deja de fumar ahora mismo, puede convertirse en un mejor modelo para ellos.